En el último número de Ecosistemas, catorce investigadores/as del ámbito de la Cordillera Cantábrica revisamos los patrones, los procesos y las consecuencias de la renaturalización pasiva (rewilding) en los ecosistemas de este territorio del norte de España. Se observa un patrón de recuperación de bosques y matorrales en áreas anteriormente ocupadas por
pastizales ganaderos y campos agrícolas, que implica cambios en la estructura del paisaje, la riqueza y la composición de las comunidades ecológicas, la acumulación de carbono en biomasa y suelos, y la provisión de diferentes servicios ecosistémicos. Los procesos que modulan la renaturalización son: la dispersión de organismos, que condiciona la sucesión ecológica y la persistencia de especies a escala regional; las dinámicas tróficas, cuyo funcionamiento depende de la presencia de grandes depredadores apicales y de la estructura del paisaje; y los regímenes de perturbaciones ecológicas, actualmente dominados por la ganadería y los incendios antropogénicos. Por sus efectos ecológicos, la renaturalización pasiva representa una estrategia efectiva de restauración de ecosistemas y sus funciones clave en la Cordillera Cantábrica. Su aceptación social dependerá de la compatibilización de este proceso con el uso ganadero y ecoturístico del territorio, así como de la eficacia de las políticas conservacionistas, agrarias y forestales.
